Narcocorridos: cuando la pugna por la plaza sube al escenario

TIJUANA, BC (Proceso).– “Abstente de presentarte el 14 de octubre porque será tu última presentación”, dicen las pancartas, presuntamente firmadas por un cártel en Tijuana contra el cantante Peso Pluma. 

El concierto fue cancelado; pero las amenazas contra otros artistas no se detuvieron. El músico de regional mexicano Larry Hernández recibió granadas sin explotar como advertencia para evitar que se presentara. Otro caso más: el cantante sinaloense Panter Bélico recibió disparos en un acto de firma de autógrafos antes de su concierto.

Las autoridades en Baja California, donde se encuentra Tijuana, señalan de esos hechos a diferentes organizaciones criminales que operan en la ciudad fronteriza. Pero la verdad sobre quién está detrás de las amenazas podría ser mucho más compleja.

Promotores, músicos, autoridades y narcotraficantes en Tijuana aceptaron hablar con este reportero sobre el porqué de las amenazas, y de dónde vienen las advertencias contra los cantantes de narcocorridos.

En Tijuana existen tres principales organizaciones criminales que luchan por los lucrativos negocios del tráfico de drogas y de personas, así como por el mercado local de drogas.

El cártel legado en Tijuana es el de los Arellano Félix, también conocido como el Cártel de Tijuana o CAF (Cártel Arellano Félix), una organización que era operada por una familia nacida en los 80. Casi desde entonces su principal rival ha sido el Cártel de Sinaloa. Ahora, más recientemente, el Cártel Jalisco Nueva Generación también comenzó a operar en la urbe fronteriza, en su mayoría mediante una pandilla local.

Esta dinámica de pugna ha creado una guerra territorial por Tijuana y en ese contexto el gobierno local señala a los grupos criminales de estar detrás de las amenazas contra artistas que cantan sobre diferentes grupos delincuenciales 

Por ejemplo, Peso Pluma es conocido por temas sobre los Chapitos, los hijos del Chapo Guzmán, y su facción del Cártel de Sinaloa. Panter Bélico canta casi exclusivamente al mítico Mayo Zambada, mientras que otros interpretan temas sobre todos los cárteles diferentes, incluido el de Jalisco.

La amenaza. Foto: Imagen tomada de www.lchaparro.com

Además, en un intento por frenar el fenómeno de la narcocultura, la presidenta municipal de Tijuana, Montserrat Caballero, prohibió a los artistas cantar narcocorridos en la ciudad fronteriza. Explicó que ese tipo de canciones incita a las generaciones más jóvenes a querer unirse a las organizaciones criminales.

Guerra territorial

La narcomanta contra Peso Pluma fue encontrada días antes de su concierto en Tijuana.

El mercado local de drogas, de tráfico y el contrabando de personas hacen que las pandillas que representan a las principales organizaciones criminales en Tijuana quieran poseer tanto como puedan de la ciudad, en términos de territorio, pero también en términos de ganarse una base social.

“Los locales quieren la ciudad para ellos, no quieren que otros entren y vengan a faltarle el respeto al cártel local cantando sobre otro grupo que ni siquiera pertenece aquí”, dice un miembro del Cártel de Tijuana en una reciente entrevista realizada en el centro de Tijuana.

Cuando habla de los locales, se refiere al grupo que anteriormente era conocido como el de los Arellano Félix. Aunque algunos todavía los llaman Cártel de Tijuana, la organización ya no tiene relación con la familia Arellano.

Una fuente en esta ciudad aseguró que este cártel local ahora está aliado con la facción de los Chapitos del Cártel de Sinaloa, después del arresto del Nini, jefe de seguridad de los hijos de Guzmán Loera, en noviembre último.

Así que, al cantar para los Chapitos, artistas como Peso Pluma podrían ganar el apoyo del cártel local, pero también recibir el rechazo violento de otras organizaciones como la de los hermanos Arzate, jurando lealtad al Mayo Zambada, o la agrupación de Los Pelones, aliada al Cártel Jalisco.

Atajar la narcocultura

En el contexto criminal no es nuevo que algunos artistas hayan sido denunciados por trabajar en nombre de algunas organizaciones criminales.

Dámaso López Serrano, el Mini-Lic, en una entrevista reciente para este reportero, señaló a Peso Pluma de trabajar para los Chapitos, más específicamente para Iván Archivaldo Guzmán, el mayor de ellos.

Los señalamientos son, por supuesto, difíciles de probar. Pero la alcaldesa de Tijuana también cuestionó una investigación contra los cantantes de narcocorridos por lavado de dinero para organizaciones criminales.

Caballero. Medidas contra la narcocultura. Foto: @Montserrat4T

“Tenemos que hablar sobre el lavado entre los promotores de este tipo de eventos y prestar atención a lo que estos cantantes están cantando. Sus canciones están, obviamente, vinculadas a grupos criminales”, aseguró la alcaldesa durante una conferencia de prensa.

El artista popular y emergente Tomás Ballardo, de Sinaloa, considera que no hay nada que ocultar respecto de la relación entre traficantes y músicos. Él mismo –dijo en entrevista– le canta a Los Rusos, grupo anteriormente aliado con el Mayo Zambada en Mexicali, al otro lado de Calexico, California, y que ahora opera por su cuenta.

“La gente quiere ocultar sus vínculos con criminales, pero al mismo tiempo quieren seguir cantándoles. Eso es imposible”, agregó Ballardo.

*Periodista, autor del blog “Luis en Español” (www.lchaparro.com)

Con información de proceso.com.mx

Por: Redacción2
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