Adelantarnos al mañana, perdemos el presente...

¿Alguna vez has visto a un bombero en acción que corra? 

No, es porque está atendiendo algo muy importante.

Hoy, en una sociedad en la que  'todo es para  ya' y la exposición, del 'todo para hoy', donde la mayoría actúa solo por impulsos y como "pelotitas nerviosas" brinque y  brinque , en donde somos más reactivos en vez de responsivos, solo unos pocos tienen la necesaria virtud para el liderazgo:

—LOS QUE SABEN OBSERVAR PACIENTES Y EN SILENCIO.

«La gente que menos sabe es la que más habla, porque claro, una de las cosas que no sabe es callar».
—Anónimo

La falta de capacidad de observación y la impaciencia nos desconecta del ahora, por pensar en futuro, o en lo urgente, pero sobre todo en lo importante.

En cambio, si te das cuenta en la gran  virtud que nos permite vivir el aquí y ahora, poder tomar mejor contexto, analizar, discernir y así aprender y decidir mejor, es la capacidad de observación.

—CREEMOS QUE PODEMOS ADELANTARNOS AL MAÑANA Y LO QUE OCURRE ES QUE PERDEMOS EL PRESENTE.

Para cultivar la paciencia, es necesario bajarse del tren del apuro , centrarnos en lo importante del presente, en nosotros y el entorno, en cómo actúan los demás, en la demanda, y así poder vivirlo conscientemente y evitando las decisiones irracionales del "piloto automático" (impulsos y temperamento).

Nos permite analizar los problemas con detenimiento: la paciencia posibilita encontrar mejores soluciones a los problemas.

No olvidarnos de darnos la oportunidad de APRENDER y desaprender. Sí, el aprender mejor y más inteligentemente, merece del saber desarrollar una mejor capacidad de observación, esa que hasta nos permite desafiarnos a comprender si "la realidad" que estamos mirando con nuestros ojos es tal, o es un prejuicio solo desde nuestras creencias.

El efecto Dunning-Kruger (Un sesgo cognitivo) provoca que la gente hable más sobre lo que no sabe que de lo que sí sabe. Entonces, para evaluar bien a los demás y que también te perciban mejor a ti, aprende a observarlas. La paciencia y el espacio de silencio.

Deberíamos todos desarrollar bien los hábitos conscientes para callar antes que responder o reaccionar, observar y escuchar... antes de tomar una decisión y una simple reacción.

Dicen que los ojos son la ventana del alma, entonces, que los nuestros muestren un alma paciente; inteligente; más sabia. La de un líder. (autoliderazgo).

Sé como el águila, paciente y observadora. Aprende que es mejor callar bocas, sin abrir la tuya.

«El mundo está lleno de obviedades que nadie observa».
—Arthur, C. (1887). Sherlock Holmes

La astucia del inteligente

Por nuestro bien, todos deberíamos —aprender a ser mejores observadores— del entorno y de la gente. Sí, la gente... los demás.

Porque la habilidad de observar a la gente y sus tipos de comportamiento es un superpoder (poco habitual), uno que nos brinda la posibilidad de evitar quedarnos tal vez con una falsa impresión sesgada, o una suposición, o mejor aún, con un análisis consciente.

Debemos dejar de ver en la gente solo su apariencia y lo que dice, desde dónde lo dice, o por sus títulos o sus cargos. No demos suponer nada. O preguntamos mejor, o analizamos mejor.

Es mejor comenzar a observar a la gente por sus acciones y/o reacciones, en sus patrones de comportamiento ante las distintas circunstancias, entornos y tipos de desafíos.

No solo cómo se comporta con nosotros sino también con los demás, con aquellos que dependen de la persona y viceversa.

Esto parece una obviedad... pero no lo es. Para nada lo es.

Y no lo es porque solemos no hacerlo, solemos no prestar la debida atención por la culpa de sesgos cognitivos, falsas creencias, Etc. Algunos lo llaman "la primera impresión".

La palabra “observar” viene del latín observare y significa “mirar con atención”.

«Para adquirir conocimientos se debe estudiar, pero para adquirir sabiduría, se debe observar».
—Marilyn Vos Savant

Observemos con atención; darnos tiempo; pero también utilicemos todos nuestros sentidos. Cuando realmente observamos a alguien, podremos descubrir mensajes no solo en sus palabras, también en su forma de decirlas, en su postura, en su mirada, en su tono de voz y en la calidad de sus respuestas.

Este superpoder de la observación nos permite ser más inteligentes y aprender a gestionar mejor las relaciones, y obviamente así, también a elegirlas mucho mejor.

Finalmente, la habilidad de observación es una poderosa herramienta de "doble filo" para la capacidad de persuasión.

Hay que ser astutos como un gato...
—OBSERVA, RAZONA Y APRENDE.

Mejor seamos como un gato, paciente y observador.

Mejor no reaccionemos, elijamos accionar inteligentemente. No escuchemos para responder ni escuchemos mientras estamos pensando que tenemos la razón.
Aprende que es mejor callar bocas... sin abrir la tuya.

Erika Rosas
 #alltitudmutimedia


 

Por: Redacción2
Comentarios