A 50 años, la Cineteca Nacional se agranda; sobrevivió a un incendio

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– La Cineteca Nacional cumple su medio siglo de vida. Conmemorará este importante aniversario durante todo el año 2024 con ciclos, retrospectivas y exposiciones.

Pero la celebración será aún más grande. Con otra extensión (tal vez esta primavera), luego de la apertura de la Cineteca Nacional de las Artes el pasado 15 de agosto: una nueva sede en el marco del principal proyecto cultural del sexenio, “Chapultepec: Naturaleza y cultura”.

El director de Cineteca, el realizador Alejandro Pelayo (Ciudad de México, 1945), quien lleva 10 años ininterrumpidos al frente de la instancia dedicada a la preservación, catalogación, exhibición y difusión del cine mexicano, empezó como su programador entre1997 y 1999. Muy animoso, subraya en entrevista con Proceso:

“La Cineteca Nacional, que forma parte de la Federación Internacional de Archivos Fílmicos conformada por 77 países, es un ejemplo a seguir en el extranjero”.

En conversación aparte, el también director fílmico, Armando Casas (Ciudad de México, 1964), quien desde noviembre pasado es presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), enfatiza convencido de que la Cineteca Nacional “es uno de los espacios culturales más importantes que tenemos en el país”.

El 17 de enero de 1974 se inauguró la Cineteca Nacional, procedente del Plan de Reestructuración de la Industria Cinematográfica creado cuatro años antes por el gobierno en turno, aunque el investigador y crítico de cine Emilio García Riera escribió en “Breve historia del cine mexicano” que la Cineteca debió existir por ley desde 1949.

En la apertura de ese 17 de enero se proyectó la película “El compadre Mendoza” (1933), de Fernando de Fuentes. Uno de los foros de Los Estudios Churubusco, en Calzada de Tlalpan y Río Churubusco, fue elegido para albergar la Cineteca. Eran tres salas de proyección, una biblioteca-hemeroteca especializada, un área de bóvedas para la preservación y reparación de los acervos. Pero dichas instalaciones quedaron destruidas por un incendió.

Pelayo. “Ejemplo a seguir”. Foto:Octavio Gómez

La tarde del 24 de marzo de 1982 se proyectaba “La tierra de la gran promesa” (1974), del mítico polaco Andrzej Wajda, cuando el humo comenzó a invadir el recinto. Unos minutos después de las 18 horas, una explosión aumentaría las llamas. El fuego llegó a las bóvedas donde se resguardaban las cintas de nitrato de plata, lo cual causo mayor destrucción.

De acuerdo a un documento del Archivo General de la Nación (AGN), publicado en internet (www.gob.mx/agn) del 24 de marzo del 2018, el incendio duró alrededor de 16 horas y se consumió prácticamente todo el edificio. Mas recalca:

“Aunque no se tienen cifras exactas de los daños, se estima que se perdieron 6 mil 506 negativos, de los cuales 3 mil 300 eran producciones mexicanas; 2 mil 300 guiones, 9 mil 278 libros y revistas, así como dibujos originales de Sergei Eisenstein y Diego Rivera; negativos de filmes de Juan Orol y Manuel Álvarez Bravo; y el archivo fílmico de la presidencia de Plutarco Elías Calles”.

En el reporte oficial –el cual se encuentra resguardado en el fondo documental de Administración Pública: 1910-1988 del AGN– se menciona que el incendio se dio alrededor de las 18:50 horas y provocó la muerte de siete personas: cuatro civiles y tres bomberos, entre ellos el mayor Vicente Solana, de la Base Tlalpan; además de 50 personas lesionadas.

El incendio. Foto: Francisco Daniel

“En su momento se manejaron diversas cifras, entre ellas 20 muertos, 15 personas sepultadas y varios heridos, aunque nunca se confirmaron”, se lee en el documento.

Enseguida, se creó el Patronato Pro-reconstrucción y Recuperación de la Cineteca, organizado por el actor Mario Moreno “Cantinflas” y el cinefotógrafo Gabriel Figueroa, quienes se dedicaron a localizar y adquirir la mayor cantidad de material fílmico de distintos acervos y colecciones públicas y privadas, y establecieron el Día de la Cineteca Nacional, que consistía en que todas las salas del país donaran un porcentaje de su taquilla para apoyar la reconstrucción.

El 27 de enero de 1984 se inauguró la nueva sede de la Cineteca Nacional en la colonia Xoco, en el centro de la Plaza de los Compositores de la avenida México-Coyoacán, que ya contaba con cuatro salas de exhibición, y para 2012 hubo una transformación total del recinto, donde se añadieron salas para sumar diez, dos bóvedas, un laboratorio de restauración digital, una galería, estacionamiento y funciones de cine al aire libre. Las críticas surgieron porque era final del sexenio de Felipe Calderón y no se acabarían las metas del proyecto, llamado “Cineteca Nacional Siglo XXI”.

En diciembre pasado Pelayo y el programador Nelson Carro informaron que en el 2023 la Cineteca Nacional de las Artes recibió a 103 mil 835 espectadores en funciones de cine, ofreciendo a la audiencia 220 películas, entre estrenos y clásicos; de las cuales 143 eran mexicanas.

En cuanto a la Cineteca Nacional de Xoco, contabilizaron del 1 de enero al 11 de diciembre de 2023 cerca de 900 mil espectadores en funciones, un aumento del 15.38% respecto al año anterior, ofreciendo a sus audiencias 190 estrenos y reestrenos, de los cuales 56 fueron mexicanos, 36 iberoamericanos, 87 exclusivos (en pantallas del recinto o del circuito cultural) y 16 reestrenos.

Entre ambas sedes reportan 1 millón de espectadores aproximadamente que acudieron el 2023. Para este 2024 que cumple 50 años, primero se festejó en enero con una retrospectiva del mexicano Fernando de Fuentes. Después, en febrero, habrá un ciclo dedicado a la cineasta húngara Márta Mészáros con 12 largometrajes, y en marzo será del estadunidense Nicholas Ray. Además se reestrenará “La naranja mecánica”, de Stanley Kubrick, por mencionar algunos eventos.

El recinto de Xoco. Foto: Francisco Daniel

El inicio

Con estudios de cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) y en el London Corson Printing, Pelayo, quien fuera responsable del Instituto Mexicano de Cinematografía en 1999, rememora los inicios de la Cineteca en el sexenio de Luis Echeverría, donde uno de sus hermanos, el exactor Rodolfo Echeverría, fungía como director del Banco Nacional Cinematográfico:

“Sé que es un gobierno muy controvertido. Por la masacre estudiantil de 1968 y luego ‘El halconazo’ en 1971, en fin, pero en lo que es cine, fue un sexenio muy positivo para el séptimo arte de la nación, porque le dio posibilidades a una nueva generación de cineastas, la cual diría que es la generación del cine de autor, de hacer sus películas más importantes y financiadas 100% por el Estado. Antes había un cine de productores privados que deseaban a cantantes de moda, como Pedro Infante o Jorge Negrete, o estrellas como María Félix, en fin.

“Entonces se da una coyuntura de que un gobierno, por las razones que se quiera, para cooptar a los jóvenes, no sé, pero financia este tipo de cine, en un país no socialista, y crea la Cineteca Nacional en 1974 , y en 1975 empieza a funcionar el Centro de Capacitación Cinematográfica. ¡Entonces hay un boom!...”

Casas. “Espacio fundamental”. Foto: Especial

El realizador de los largometrajes “Morir en el Golfo” y “Miroslava” recuerda el incendio de la Cineteca:

“Se quema con José López Portillo. A su hermana Margarita López, directora de Radio, Televisión y Cinematografía (RTC), se le dijo que no podía tener en la Cineteca películas de nitrato, y nunca entendió. Por fortuna fue comprada la Plaza de los Compositores que contaba ya con cuatro salas.

“Jesús Hernández Torres, como director de RTC, convenció en los años ochenta a Manuel Bartlett, quien era el secretario de Gobernación, y al entonces presidente de Miguel de la Madrid, de comprar el espacio en Xoco, que pertenecía a la Sociedad de Autores y Compositores de México. Luego pasan muchos años, yo no estaba, era agregado cultural en el consulado de México en Los Ángeles, y se tomó en el 2011 la decisión de ampliar la Cineteca. ¡Son coyunturas políticas!... Lo de la Cineteca Nacional de las Artes y la nueva Cineteca en Chapultepec, ¡son coyunturas!...”.

Argumenta:

“Con esta administración se sumarán tres Cinetecas. ¡Nadie en ninguna ciudad del mundo tiene tres! Gobiernos priistas la crearon, gobiernos panistas la renovaron y Morena la extiende, y es la misma línea, no ha cambiado. La gran ventaja es que no ha habido un cambio de política tan radical como ha pasado en otras áreas”.

Además, la Cineteca extiende su programación a 25 sedes del resto de la República:

“Es difícil por el cambio de gobernadores. Empieza uno que si y el otro ya no le sigue. En Monterrey y Guadalajara ya quedó consolidado, ya no le mueven, pero hacer que crean su propio espacio cuesta trabajo porque es una inversión. Una sala chica clásica, de cien lugares, es una inversión de dos millones de pesos. Entonces estamos buscando fórmulas. Existen veinticinco sedes, las cuales son independientes. Ellos programan, pero se les da la Muestra y el Foro porque son de las secretarías de Cultura, institutos de cultura o las universidades (éstas, por ejemplo, con Puebla, Aguascalientes y Durango). Lo importante es tener como un socio, un aliado, pero son independientes, no dependen administrativamente de nosotros, mas les mandamos las películas”.

Uno de los cambios que ha tenido. Foto: Especial

En línea con los ejes de trabajo de la Secretaría de Cultura por descentralizar la oferta cultural, el área de Circuito Cineteca programó durante 2023 ocho ciclos y cuatro catálogos que viajaron por todo el país, entre ellos la 72 y 73 Muestra Internacional de Cine, el 43 Foro Internacional, Talento Emergente 8, y ciclos gratuitos como el de Amos Gitai, el Festival de Cine Europeo en colaboración con la Unión Europea, la Tercera Semana de Cine Migrante y Cine Mexicano de la Época de Oro ll.

La restauración

Uno de los principales objetivos de Cineteca es la preservación de la memoria fílmica nacional; por, ello durante el 2023, el Laboratorio de Restauración Digital llevo a cabo la revisión y estabilización física de aproximadamente 434 títulos de materiales pertenecientes al Acervo Fílmico de Cineteca; mientras que del programa Archivo Memoria se estabilizaron y digitalizaron 375 rollos en pequeños formatos.

También el año pasado se restauraron integralmente dos películas mexicanas: “Amor a la vuelta de la esquina” (1985) de Alberto Cortés y “La mujer de Benjamín” (1991) de Carlos Carrera.

Pelayo señala:

“La restauración está muy bien valorada. Nos hallamos en un buen nivel. El problema son los costos. Restaurar es costosísimo. Y nos enfrentamos a la obsolescencia; por ejemplo, todo lo que es restauración ya cumplió su ciclo de vida. Los aparatos, que fueron carísimos cuando estaba Consuelo Sáizar en Cultura, ya están caducando. Simplemente instalar ese laboratorio costó más de 150 millones de pesos. ¿Cómo mantienes la actualización?, ¡debes invertir!...

“Los equipos de proyección que entonces se estrenaron los hemos ido cambiando, pero poseemos ya un atraso de cuatro o cinco años. En Chapultepec todos los proyectores son láser nuevos. Ahí estará la última generación de todo. En la Cineteca de las Artes se quedaron los de Cinemex. Se los estamos comprando. Tienen seis años de vida”.

La Cineteca en Chapultepec se ubica en la Ensambladora de Armas perteneciente a la Sedena. Es un área de 118,646.9 metros cuadrados. La obra se lleva a cabo por la empresa Desarrollo Sustentable Arro, S. A. de C. V. El diseño lo realizó Mauricio Rocha Iturbide, hijo de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide y Manuel Rocha Díaz, el arquitecto diseñó la obra de la Cineteca de Xoco. Para este proyecto se destinaron 135 millones de pesos.

En septiembre pasado, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, informó que será una extensión de la Cineteca Nacional de Xoco y de las Artes. Habrá 8 salas para 2 mil 160 espectadores: 2 con 357 butacas, 4 salas medianas con 209 butacas y 2 salas chicas con 125 butacas. Un foro al aire libre con pantalla de Led de12x7m que permitirá proyectar películas incluso con la luz del día. Cuatro dulcerías. Tienda de materiales especializados y “souvenirs”. Centro de documentación con material videográfico. Librería. Cafetería y espacio para comida rápida. Y estacionamiento de dos niveles.

–La Cineteca debe darle prioridad a la cinematografía mexicana,

¿verdad? –se interroga a Pelayo.

–¡Es un balance! Estamos como sesenta por ciento internacional y cuarenta por ciento nacional. Debe ser el cine mexicano de búsqueda artística.

–¿Es autosuficiente la Cineteca Nacional?

–Casi, con la taquilla y estacionamiento. Somos 300 personas de base. 

Restaurar una película es una inversión de millón y medio de pesos, entre la tecnología, el personal especializado, entonces ¿qué hemos hecho?, la selección de las mejores películas del cine mexicano. Efectuamos una lista de las trescientas cintas más importantes del cine mexicano de todas las épocas, desde ‘El automóvil gris’ (1919), y son las que están restaurando, vamos como a la mitad. Se necesitan seis años más para tener un universo, porque no se puede restaurar todo el cine mexicano.

“El único obstáculo es económico. Cuesta mucho invertir en la nueva tecnología y el personal es muy especializado. Nos pasa que formamos técnicos y nos los piratean. Se los llevan porque no les podemos pagar lo que les pagan afuera. Siempre estamos formando gente, pero bueno, estamos ayudando a que haya una capacitación para digamos del beneficio del cine mexicano, no van a restaurar películas extranjeras, se van a restaurar cine mexicano comercial, pero qué bueno”.

Menciona que las bodegas reciben ya muy pocos filmes en 35 ó 16 milímetros:

“Ya todo es casi digital. Son veinticinco mil títulos en digital. El Centro de Documentación funciona muy bien. Posee una súper biblioteca, con acceso por internet de todas las películas mexicanas, incluye expedientes. ¡Va al día! Quien haga una investigación, viene y en la biblioteca le pasan la película. Todo es gratuito”.

Al final, destaca contento:

“La Cineteca es una opción cultural muy importante. Somos un país de una cultura no solamente antigua, sino también con acceso a la cultura moderna, y en eso me siento muy privilegiado de poder estar aquí tanto tiempo”.

Recién abierta Cineteca de las Artes. Foto: Montserrat López

Un punto de encuentro

Casas, realizador de las ficciones “Un mundo raro” y “Familia gang” y los documentales “Rius para principiantes” y “Rogelio Naranjo, el caricaturista y su tiempo”, acentúa que la Cineteca es un punto de encuentro:

“Se trata de un oasis para disfrutar el cine. Es el lugar más demandado, socorrido, por el cinéfilo”.

–¿Cree que es valorada la Cineteca por los políticos a pesar de que le ha tocado varias administraciones de diferentes partidos?

–Cada político ha tenido sus prioridades, sus tendencias. Como la mayoría de las instituciones fuertes, la Cineteca es una de ellas porque está consolidada. Afortunadamente posee bastante margen de maniobra en el sentido de no depender exclusivamente del presupuesto en turno o de las consideraciones de la política en su momento, y más en los últimos años, porque la Cineteca afortunadamente es muy exitosa. El público acude a ella.

“Evidentemente la pandemia, como a todos los espacios públicos, le afectó, pero se está recuperando muy bien. Más rápido que los cines en general”.

Concluye:

“La fortaleza de la Cineteca como institución va más allá de las ofertas políticas. Y en sus cincuenta años ha hecho una labor muy importante, a pesar de que se enfrentó a un incendio”.

Con información de proceso.com.mx

Por: Redacción2
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